El Demonio de la Vejez (老いの悪魔, Oi no akuma) es un Demonio Primigenio que encarna el miedo al envejecimiento.
Apariencia[]
El Demonio de la Vejez es un demonio alto, de complexión delgada y demacrada, que se asemeja a un agregado de carne marchita con varios agujeros; el agujero más grande está situado justo en el centro de su pecho, donde debería estar el corazón. Su rostro, que emerge de la cabeza partida de un anciano de pelo largo, es una superficie lisa con solo una boca, conectada por varias cuerdas a las dos mitades del rostro anterior.
Está sentado en un trono hecho de carne y huesos, con dedos humanos decorando la espalda y lenguas, bocas y dientes sobresaliendo de la base que se sostiene sobre las espaldas de dos hombres desnudos con las manos cortadas.
Personalidad[]
El Demonio de la Vejez se muestra apático ante cualquier forma de vida, tanto la propia como la de los demás, como lo describe Fumiko; sin embargo, se muestra que posee una relación amistosa con Seguridad Pública, lo que se evidencia cuando felicita a Yoshida por someter a Pochita. Su falta de empatía lo llevó a exigir el sacrificio de miles de vidas inocentes a cambio de ser devorado por el Demonio Motosierra. También parece ser bastante perezoso, expresando su molestia ante la solicitud de "golpear" al Demonio Motosierra.
Historia[]
Poderes y Habilidades[]
El Demonio de la Vejez es descrito como un ser trascendente, uno de los demonios que encarna un miedo primario y nunca ha experimentado la muerte debido a ser tan poderoso; encarnando un Miedo Primigenio, se puede suponer que el Demonio de la Vejez es casi tan viejo como la humanidad misma. El verdadero alcance de su poder aún se desconoce, pero es lo suficientemente poderoso como para abrumar al Demonio Motosierra con un solo y poderoso puñetazo.
Como un Demonio Primigenio, el Demonio de la Vejez posee todas las habilidades generales de los demonios, como la capacidad de hacer contratos con humanos por un precio, pero llevadas al extremo, así como contar con regeneración extrema que lo hace casi inmortal.
Poderes[]
- Conexión con el Infierno: El Demonio de la Vejez puede manifestar libremente espejos flotantes que se conectan directamente con el Infierno, lo que le permite enviar poderosos ataques a los oponentes a través de manos grandes similares a las del Demonio de la Vejez. Esta habilidad también funciona a la inversa, ya que los humanos pueden comunicarse con el Demonio de la Vejez a través de espejos.
Contratos[]
- Tres agentes de Seguridad Pública: El Demonio de la Vejez pareciera que hizo un contrato con tres agentes de Seguridad Pública, en el cual cortándose un dedo cada uno y escribiendo con sangre la palabra "golpea" en los espejos, precedida por los nombres de partes del cuerpo (columna cervical, cuello y vértebras; probablemente partes adicionales del cuerpo a sacrificar), el Demonio de la Vejez procede a golpear a su enemigo con un único y poderoso ataque.
Curiosidades[]
- El nombre del "Demonio de la Vejez" no es del todo exacto, ya que "老い" se refiere específicamente a la vejez, así como a los ancianos (aunque en casos excepcionales). Sin embargo, "老いる" significa "envejecer", de ahí que probablemente se haya elegido el nombre al localizarlo.
- Por ello, es probable que el plan de Seguridad Pública tenga como objetivo eliminar los efectos negativos del envejecimiento, como el deterioro óseo o la degradación mental.
- El Demonio de la Vejez encarna la gerascofobia (del griego γηράσκω: "envejezco"), una ansiedad excesiva por enfrentarse a los cambios corporales a medida que pasa el tiempo. Algunos autores se refieren a ella como gerontofobia, aunque también puede referirse al miedo a los ancianos.
- Este miedo está estrechamente vinculado a los espejos, ya que quienes lo padecen evitan mirarse en el espejo por miedo a ver que les han salido o desarrollado arrugas o canas.